Compota de fresa y ruibarbo con miel – una bebida dulce y refrescante
La compota de fresa y ruibarbo con miel es una bebida perfecta para los días cálidos, combinando la dulzura natural de las fresas con la acidez sutil del ruibarbo. Además, la miel aporta un toque suave y floral que complementa a la perfección los sabores frutales. Esta compota es ideal para servir tanto fría como caliente y es una excelente opción para acompañar una comida ligera, un brunch o simplemente para disfrutar durante el día.
El ruibarbo, aunque no es tan común, es un ingrediente maravilloso que aporta un sabor único. Su acidez se mezcla perfectamente con la dulzura de las fresas, creando una bebida equilibrada y refrescante que destaca tanto por su color vibrante como por su sabor.
Preparar las fresas y el ruibarbo:
Comienza lavando bien las fresas y el ruibarbo. Corta las fresas en mitades o cuartos, dependiendo de su tamaño. Corta los tallos del ruibarbo en trozos de unos 2 cm. No es necesario pelar el ruibarbo, pero asegúrate de eliminar las partes duras o las hojas, ya que estas no son comestibles.
Cocción de la compota:
En una olla grande, añade el agua y lleva a ebullición. Una vez que el agua esté hirviendo, añade las fresas, el ruibarbo y el jugo de limón. Si deseas un toque más cálido y especiado, añade una rama de canela a la mezcla. Remueve bien y deja que hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos. El ruibarbo se ablandará y liberará su acidez, mientras que las fresas añadirán un bonito color rosado y su dulzura característica.
Añadir la miel:
Una vez que las frutas estén cocidas y la compota tenga un color atractivo, retira la olla del fuego y deja que se enfríe un poco. Añade la miel mientras la compota aún esté caliente, pero no hirviendo, para preservar las propiedades naturales de la miel. Remueve bien hasta que la miel se disuelva por completo en la compota. Puedes ajustar la cantidad de miel según tu gusto, dependiendo de si prefieres una bebida más o menos dulce.
Enfriar la compota:
Deja que la compota se enfríe a temperatura ambiente antes de pasarla al refrigerador. Esta compota se sirve mejor bien fría, especialmente en los días calurosos. Puedes añadir algunos cubitos de hielo al momento de servirla para hacerla aún más refrescante.
Sirve la compota de fresa y ruibarbo con miel bien fría en vasos altos. Para decorarla, puedes añadir unas hojas de menta fresca o una rodaja de limón. También puedes añadir algunas fresas frescas cortadas en el vaso para darle un toque decorativo adicional y añadir un poco más de textura.
Este tipo de compota es perfecta para acompañar una comida ligera, un brunch o simplemente como un refresco a cualquier hora del día. El sabor único del ruibarbo, combinado con la dulzura de las fresas y la suavidad de la miel, la hace especialmente atractiva para quienes buscan una bebida natural y llena de sabor.
La compota de fresa y ruibarbo con miel es una bebida deliciosa y refrescante, perfecta para cualquier época del año. Las fresas son ricas en vitamina C y antioxidantes, mientras que el ruibarbo aporta una buena dosis de fibra y un toque ácido que contrasta perfectamente con la dulzura de las fresas. Además, la miel añade un sabor floral y suave que complementa a la perfección la acidez del ruibarbo.
Preparar compotas en casa te permite evitar conservantes y aditivos artificiales, asegurando una bebida más saludable y natural. Además, puedes ajustar los ingredientes y el nivel de dulzura a tu gusto personal, haciendo que cada vaso sea exactamente como lo deseas.
Prueba esta receta y disfruta de la combinación perfecta de fresas, ruibarbo y miel. Ya sea para compartir con familiares y amigos o simplemente para disfrutar de un momento de relax, esta compota se convertirá en una de tus bebidas favoritas, llena de sabor y naturalidad.
Zarejestruj się do naszych powiadomień, aby otrzymywać najświeższe i najbardziej interesujące artykuły bezpośrednio na swoją pocztę!